G. White Elena |
En el momento cuando algunos vieron claramente las demandas de la ley de Dios, y comenzaron a observar el sábado como día de reposo como ella lo requiere, encontraron una fuerte oposición. Acerca de esto y las razones que los impulsaron, Elena de White explica
“Muchos y intensos fueron los esfuerzos hechos para derribar su fe. Nadie podía dejar de ver que si el Santuario terrenal era una figura o copia del celestial, la ley depositada en el arca en la Tierra era una transcripción exacta de la ley guardada en el arca del cielo; y que aceptar la verdad relativa al Santuario celestial involucraba reconocer las exigencias de la ley de Dios y la obligación de guardar el sábado del cuarto mandamiento. En esto estribaba el secreto de la oposición violenta y resuelta que se le hizo a la exposición armoniosa de las Escrituras que revelaban el ministerio de Cristo en el Santuario celestial”.
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