Consejos sobre Mayordomía Cristiana

G. White Elena


El Señor del cielo desafía a quienes ha suplido con su abundancia a probarlo. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.
Este mensaje no ha perdido nada de su fuerza. Su importancia se renueva constantemente así como los dones de Dios se renuevan continuamente. No hay dificultad para comprender cuál es nuestro deber a la luz de este mensaje dado por medio del santo profeta de Dios. No se nos ha dejado para que tropecemos en las tinieblas y la desobediencia. La verdad se declara con toda llaneza, y todos los que deseen ser honrados ante Dios pueden comprenderla. El diezmo de todos nuestros ingresos es del Señor. El coloca su mano sobre la porción que ha especificado que le devolvamos, y dice: Permito que uséis de mi abundancia después de haber apartado la décima parte y de haberme traído donativos y ofrendas

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