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| Diana Marco
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A finales de agosto, Des, nuestra protagonista, se va a pasar unos días con su amiga Piluca al pueblo de sus padres. Las fiestas patronales han terminado ya; los veraneantes, casi todos antiguos vecinos, se han marchado, y el pueblo muestra de nuevo su austera e imperturbable tranquilidad de siempre.
¿Qué podían hacer para no aburrirse demasiado en un pueblo tan tranquilo? ¿Qué podían hacer para no aburrirse demasiado en la gran casa de los abuelos en ese pueblo de tan solo ciento treinta vecinos?
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